Git para escritores

Git es una herramienta indispensable para rastrear los cambios en el código fuente durante el desarrollo de todo tipo de software.

Creado en 2005 por Linus Torvals y utilizado prácticamente por casi el 80 por ciento de los programadores, Git está siendo ahora «descubierto» por escritores, académicos, guionistas y editores, que ven en esta herramienta la solución idónea para el trabajo colaborativo con cualquier tipo de archivo informático que precise ser modificado muchas veces.

Su creciente uso en estos ámbitos, ha dado lugar a una corriente que propone el tratamiento de los documentos como código: Docs like Code. De esta manera se persigue aprovechar las herramientas diseñadas originalmente para el desarrollo colaborativo asíncrono que tanto éxito han tenido entre programadores informáticos.

En este sentido Git ha comenzado a revolucionar el tradicional flujo de trabajo entre escritor, corrector y editor, permitiendo que alcance niveles de eficiencia imposibles de lograr con las típicas herramientas de control de cambios incorporadas en algunos procesadores de textos, las copias de seguridad y el triste trasiego de archivos saltando de un correo a otro.

Ventajas para escritores

Para poder sacar provecho al máximo de Git es necesario combinarlo con una plataforma de desarrollo colaborativo online como Github, Gitlab o BitBucket.

He aquí algunos de los beneficios que la combinación Git-Github, o cualquier otra plataforma, pueden ofrecer a un escritor:

Facilita la colaboración en equipo (escritor, correctores, editores, etc.).
Guarda un registro cronológico completo de todo el proyecto lo que permite ver consultar con total precisión el más mínimo cambio que se haya realizado.
Hace posible que los proyectos estén disponibles desde cualquier lugar y dispositivo.
Permite la bifurcación de un proyecto en diferentes ramas sin alterar el original y tener control sobre los cambios que se quieran fusionar.
Sirve de copia de seguridad basada en la nube.
Hace innecesario el envío de archivos, ya que cada participante del proyecto tiene una copia del conjunto o de una rama en específica.
Facilita la fluidez al eliminar el temor a dañar el manuscrito, ya que puedes volver hacia atrás y retomar el camino justo antes de haber hechos los cambios.
Permite dar rienda suelta a la lluvia de ideas.
Elimina las barreras por incompatibilidades, es decir todo funciona igual sin importar el sistema operativo que se utilice.

Actualmente los escritores técnicos llevan años utilizando estas herramientas, y más recientemente las editoriales -mayormente las anglosajonas- han comenzado a solicitar a sus autores el uso de las mismas. Parece que sea cuestión de tiempo que se comience a estandarizar.

Sin embardo, su uso puede resultar complicado para la mayoría usuarios debido a que se suele utilizar la terminal. No obstante existen herramientas que proporcionan un entorno gráfico a todo el proceso.

Personalmente llevo utilizando esta herramienta varios años tanto para el desarrollo de páginas webs como para mis manuscritos, y a pesar de mi fuerte convicción de que nada es imprescindible, en ocasiones no puedo evitar reflexionar sobre el tiempo que me habría ahorrado con Git mientras escribía una novela de casi 400 páginas.

Foto de Praveen Thirumurugan en Unsplash